lunes, 8 de agosto de 2011

¿Qué significa la vía rápida para utilizar la mente en la meditación?


P-Desde la conversación anterior estoy profundamente intrigado pues me dijiste que existía una vía más rápida para meditar utilizando a la mente. ¿Podrías comentar sobre ella?

R-Sí, desde luego, pero antes me gustaría conocer cómo te fue con los ejercicios que te recomendé para la meditación a través de la mente.

P-¡Ah, fueron geniales! Especialmente me produjo mucha calma y paz el segundo ejercicio, el de quedarse en los espacios que hay entre los pensamientos. Déjame decirte que lo practiqué de manera sistemática y cada vez es mayor el tiempo que puedo estar en esos espacios donde nada se mueve y todo es calmo.

R-Bien, me alegro que así sea. Ahora vamos a dedicarnos a lo que nos ocupa en la charla de hoy. Te explicaré qué significa la vía rápida para utilizar la mente en la meditación. Para poder comprender esto primero debes saber algunas cosas sobre la mente y recordar algunas otras que ya habíamos visto en la charla anterior.

Hace más de 20 años atrás la ciencia creía que nuestros ojos, oídos, nariz y otros sentidos, y la mente, eran aperturas a la realidad, puentes a la realidad. Pero en los últimos tiempos esa concepción ha cambiado. Se ha comprobado que los sentidos y la mente no son realmente aperturas a la realidad sino defensas contra ella. Sólo un dos por ciento de la realidad logra pasar por estas puertas dentro de ti; noventa y ocho por ciento de la realidad queda afuera. Y ese dos por ciento que llega a tu ser llega adulterado pues ha tenido que pasar por todos los condicionamientos de la mente. Por eso, en el momento que llega ya no es la realidad, es solo una distorsión de la misma.

P-Ahora entiendo el por qué la meditación significa poner la mente de lado para que no interfiera con la realidad y poder ver las cosas tal y como son.

R-Así es. La realidad es neutra. La mente siempre la colorea, la tiñe, la eclipsa y no llega a nosotros lo que realmente es verdadero. Algunos definen a la meditación como el estado de no mente pues la mente nunca es silenciosa y meditación significa ningún condicionamiento dentro de ti, ninguna forma particular o cultural de ver la realidad, ninguna charla interna. Solo así podrás descansar de toda esa ansiedad que produce el cavilar, el pensar.

Como las gentes siempre están en el estado mental, es decir apegadas o identificadas con la mente, siempre están presas del temor de lo que acontece, o de lo que acontecerá. Tienen miedo. Piensan: “¿Qué voy a hacer? ¿Qué me va a pasar?” Luchar o disfrutar. Todas estas esclavitudes se deben a la mente. Y todo esto en realidad es pura ilusión. De ahí que los grandes meditadores como Ranjit Majarah nos dicen: “Deje el mundo como es, no lo destruya, pero sepa que el mundo no es. Haga todo lo que tenga que hacer, pero permanezca desapegado por la comprensión, porque todo lo que siente, percibe y obtiene es ilusión (el subrayado es nuestro). No existe, y su mente debe aceptar eso”.

Debido al ego, al pensamiento “yo”, sentimos una sensación de importancia, de separatividad. Decimos: “ésta es mi casa, ésta es mi carne, éstas son mis cosas”, etc. Las cosas mismas no dicen nunca que le pertenecen. Son mudas e inanimadas. En realidad no te pertenecen, ni estás separado de nada. Toda forma de vida (y tú eres una de ellas), es el juego o la combinación de los elementos con un poder (algunos le llaman energía, espíritu, alma, etc.). Cuando mueres los elementos que componen al cuerpo retornan a los elementos y el poder retorna al poder. Sólo el nombre y la forma, que son ilusión, desaparecen. Por lo tanto se consciente que no eres la forma, que no eres el cuerpo. Todo el temor a la muerte y todos los apegos y todo el sufrimiento que traen aparejados los apegos se debe a la identificación que tenemos con el cuerpo. Y este cuerpo es ilusorio, al igual que la mente. Está constantemente cambiando. Comprender esta impermanencia es el primer paso para despertar de la ilusión en la que vivimos.

P-Eso significa que si no soy el cuerpo no debo sentir dolor, ni debo sentir la enfermedad.

R-Las gentes ignorantes difunden toda suerte de ideas falsas sobre los iluminados. Llegan al extremo de pensar que la persona iluminada no debe sentir dolor pues se ha desidentificado con el cuerpo. Pero el iluminado está vivo. No es un cadáver. Por consiguiente, debe sentir la quemadura al contacto con el fuego. El iluminado siente el dolor, siente a la enfermedad, pero sabe que es su cuerpo el que lo siente y no él mismo, porque no está identificado con el cuerpo. Es como el ejemplo de la electricidad. Mientras la electricidad está conectada, la bombilla debe alumbrar. Lo mismo es verdadero para el cuerpo. Mientras el poder está conectado al cuerpo, el cuerpo debe sentir dolor.


Tú sufres sólo porque aceptas «yo soy el cuerpo». El iluminado dice, “dejemos que las cosas acontezcan, mi cuerpo solo funciona porque el poder está conectado”. Cuando se funde una bombilla, se la tira. La electricidad no pone ninguna queja. No le afecta en nada. Así pues, ¡Sé este poder interno! Entonces la muerte no será nada para ti. Entonces no habrá ansiedad ni temores. Comprende que el cuerpo está muerto, compréndelo ahora. Solo funciona por ese poder que eres tú. Es como decíamos en charlas anteriores: eres un emperador en este universo y te comportas como un mendigo.

Los problemas son una ilusión, no existen. Siempre que la infelicidad o los problemas vengan a ti es la ilusión mental, porque tu propia mente los ha creado. Acepta pues lo que acontece, no luches contra lo que viene. De esta manera, el ego se disolverá. La persona que no comprende la ilusión de la mente no acepta nunca cuando acontece el infortunio. El que comprende dice, “que venga a mí todo el infortunio, nada me puede tocar en realidad”, porque sabe que, acontezca lo que acontezca, no es verdadero. A la pantalla de cine no le inquieta si la película proyectada en ella es buena o mala. No hay bueno ni malo para la persona que está fuera del círculo del espejismo mental. Todo acontece en la pantalla. Acontecen muchos, muchos trastornos; la pantalla exhibe todo, pero no se inquieta. Sé la pantalla; no te inquietes por nada. El ser iluminado es el que se ha liberado de la cárcel de la mente, el que ha podido disciplinar a la mente, vive en el mundo pero no es tocado nunca por él. ¿Por qué no es tocado? Porque sabe que es una ilusión.

P-Pero eso es muy difícil de aceptar.

R-Nunca ha habido ninguna mente que no haya sido programada. En la crianza viene la programación. Incluso si el niño ha sido criado no por ti sino por animales, ellos programarán al niño. Ha habido casos de niñas criadas por lobos en la selva en el norte de India. Todo el actuar de esas niñas tenía que ver con la vida lobuna. Tú también has sido programado y has aceptado muchas cosas sin ponerlas a prueba ni dudar tan siquiera de ellas. Desde pequeño en tu mente han grabado programas que tú mismo no eres consciente de ellos.

El problema es: Hay que criar a un niño, alguien tiene que cuidarlo, alguien tiene que ayudar a socializarlo y cualquiera que lo haga (sabiéndolo o no sabiéndolo), va a condicionar la mente de ese niño. No es una cuestión de que tienes que programarlo conscientemente. Pero de cómo el niño aprenderá el lenguaje... es un programa. No hay posibilidad para nadie de ser criado sin programación. Comprende que no hay técnica alguna de descondicionamiento del cerebro. Lo que existen son técnicas de reprogramación. Te pueden reprogramar de una mente musulmana a una cristiana, de una hindú a una taoísta pero tú, seguirás programado.

Lo que te estoy queriendo decir es que todos esos programas, al fin y al cabo, son puertas no reales por donde pasa la realidad. Por eso vamos a utilizar o a reprogramar a la mente con un condicionamiento que acabe con toda la ansiedad de pensar y con todo el sufrimiento que todos los demás condicionamientos traen aparejados.

P-¿Eso quiere decir que lo que me vas a enseñar tampoco es verdadero?

R-¡Exactamente! Veo que vas comprendiendo el quid del asunto. Por ejemplo, para quitar una espina de tu dedo debes usar otra espina. Después, tiras las dos pues si te quedas con la segunda espina que usaste para sacar la primera, ciertamente te pinchará de nuevo. Para frenar el movimiento frenético de la mente y alcanzar el descanso mental hace falta un condicionamiento diferente a todos los que has tenido hasta ahora. Pero finalmente, si lo utilizas con las condiciones que te voy a indicar, este último desaparecerá y ya no habrá obstáculos entre la realidad y tú. Comprenderás que tú eres esa realidad, solo que estaba eclipsada por los condicionamientos mentales. En este caso se cumple el proverbio meditativo que para comprender a la ilusión, se necesita de la ilusión.

La mente es el hábito de ver cosas falsas y después aceptarlas como verdaderas. Tú dices que existes. ¡Pruébalo! Si lo intentas te darás cuenta que debes enredarte en una madeja de conceptos (científicos o no). Pero tú no eres esos conceptos. Ellos han sido creados por la mente para tratar de captar a la realidad. Por lo tanto: son inventados, son concebidos, son ideados, imaginados, fantaseados, pero no reales. Al final todo son sólo creencias y conceptos de la mente. Es el ego la única ilusión, y el ego es mente, el ego es el condicionamiento que tienes ahora. Es la falsa identidad con la que has estado comprometido todo el tiempo y a la cual te has apegado. La iluminación y la liberación del presidio mental significan comprensión, y si comprendes que todo es ilusión, siempre serás feliz.

De hecho, es la falta de esa comprensión lo que te hace creer que eres una entidad separada. Si comprendes que no eres el cuerpo, devienes universal. Toda limitación desaparece. Si rompes un vaso, el espacio contenido en el vaso deviene tan grande como el espacio de la habitación. Y si echas abajo los muros de una casa, deviene el espacio cósmico entero. De la misma manera, si rompes la programación del ego (yo soy esto o eso, etc.), devienes el Todo, devienes ese poder que hay detrás de todo, devienes la realidad misma. Precisamente la física cuántica en la actualidad está tratando de probar que en la visión hologramática del universo, tú eres ese universo de infinitas probabilidades, solo que no eres consciente de ello. Cuando esa comprensión madure en tu mente, cuando reprogrames a la mente con este nuevo programa habrás resuelto el problema de las preocupaciones y de las inquietudes. ¿Cómo te vas a inquietar de una ilusión?

Supón que tienes un sueño horrible en el que te angustias, sufres, padeces. Cuando despiertas y te das cuenta que fue solo un sueño: ¿qué? Te ríes de la ilusión. Asimismo, cuando despiertes de esta ilusión, te reirás. Y esa risa es desapego total y apasionado por lo que no es verdadero. Siempre que tu ego experimente sufrimiento se debe a una falta de comprensión. El problema es el ego; así pues, deja que muera. Si el ego muere, es para bien. Es la ilusión la que muere. Si el ego muere, entonces sólo quedas tú, La Realidad.

P-¿Y cuál es ese programa mental?

R-Es sencilla. De hecho se basa en un solo pensamiento. Y ese pensamiento es como la espina que te ayudará a sacar a todas las demás espinas. Siempre que la mente afirme, “eso es verdadero”, ve contra ella y di, “no, es falso”. No importa el pensamiento o los pensamientos que tengas en la mente. No los analices, ni les prestes atención. Solo di: “Esto no es verdadero”

Todo lo que ves y percibes es falso. Con esta comprensión, la mente es purificada. ¿Cómo devino la mente impura? Devino impura al creer que el mundo es real. Ella se toma a sí misma como la realidad y así se pierde la realidad. Por eso, no discutas, ni analices nada. Aún el pensamiento: “Esto no es verdadero” está exento de discusión o análisis alguno. Debes tomarlo como una especie de mantra. Con resolución y sin dudar solo di: “Esto no es verdadero”

P-¿Y es así de fácil?

R-Es tan fácil como la propia programación que recibiste desde niño. No la dudaste, no la analizaste. Solo la digeriste. Pero aquí hay una gran diferencia. Fíjate lo que pasa cuando simplemente cierras los ojos y dices mentalmente: “esto no es verdadero”. Pruébalo ahora mismo.

P-Bueno, lo que pasa es que no pienso en nada.

R-Efectivamente. Date cuenta que el pensar desaparece. Quedas en una quietud y paz mental absolutas. ¿No te das cuenta que es una manera efectiva y eficaz de descansar de todo el ajetreo mental?

Verás que al principio de esta práctica la connotación que tiene es la que te acabo de exponer, pero después se va saldando la brecha que hay entre ti y la realidad producto de la mente. Así comienzas a comprender que aunque los pensamientos son muchos: buenos y malos, agradables y desagradables, ellos vienen y se van. ¿Por qué inquietarse? Lo que aparece y desaparece y no permanece no puede ser verdadero. Los pensamientos son obra de la mente y la mente tiene el hábito de aceptar cosas falsas como verdaderas. Este cuerpo que tienes sólo está representado un papel. Unos representan el papel de un hombre y otros el de una mujer. Pero el conocimiento en ambos es el mismo.

Con este solo pensamiento en mente los demás empiezan a desenergetizarse y deviene la pura comprensión del por qué inquietarse. Con esto, los miedos desaparecen. Te das cuenta que nada es malo, ni nada es bueno. Tienes cinco dedos, unos más pequeños, otros más grandes. ¿Cuál es el bueno o el malo? Todos están hechos de carne y sangre. Si tienes una bombilla de cien vatios y otra de cincuenta, ambas funcionarán con la electricidad. La electricidad es una. Todos respiramos aire y comemos con nuestras bocas, de manera que todo es común para todos. El poder que opera en todos es el mismo, ése es el punto principal. Todo es un pensamiento. Pensamiento quiere decir conocimiento y conocimiento es mente. Todo ello funciona con el poder. Tú eres más allá de la mente y de todo pensamiento.

P-¿Pero, qué pasará si a todo lo que viene a la mente le digo que no es verdadero?

R-Tu pregunta solo obedece a los miedos de la mente. El que comprende y dice “esto no es verdadero”, sencillamente la realidad le penetra, todo es suyo. Entonces te das cuenta que no solo los iluminados son grandes ante tus ojos. Tú mismo eres grande. Eso es lo que los verdaderos Maestros de la meditación oriental enseñan y tratan de hacerte comprender, nada más.

Ellos solo te señalan el camino para aplastar al ego pues está bloqueando la vía para que te liberes del sufrimiento y de la ansiedad. Deja los temores de qué pasará, deja que los demás hagan sus comentarios, simplemente sácate la flecha del sufrimiento. Comenzar a averiguar de qué color es la flecha, qué me pasará cuando me la saque, me dolerá o no; son solo excusas para no salir del infierno mental en el que estás.

El problema es que siempre tenemos el hábito de quejarnos, “¡Oh, yo no puedo hacer esto o aquello!”, eso es el ego. Eso es lo que los hindues llaman maya (ilusión). Sé muy fuerte en ti mismo. Todos los grandes meditadores dicen que tú eres la realidad y que puedes experimentar esto. Intenta aceptarlo hasta que ya no haya más límites para ti. Eres ilimitado, nadie puede limitarle. Pero a pesar de todo ello, tú mente te ha esclavizado. Olvida toda limitación, reprograma a la mente, tira por la borda a todas las demás programaciones que has recibido durante tu vida y se La Realidad.

Intenta comprender profundamente que tu mente no puede combatir contra ti. Entonces serás capaz de derrotar al ego. De otro modo, es imposible. Cuando te viene una duda (como la pregunta que me acabas de hacer, por ejemplo), pierdes tu fuerza. Y necesitas esa fuerza para poder disciplinar a la mente de tal manera que no te estorbe y puedas cruzar el puente del estado mental al no mental. Y finalmente, en esa nueva orilla, volverás a tu estado original. Sólo con el poder de la comprensión de que ella (la mente) es una pura ilusión es que puedes trascenderla.

P-Esto se me parece a un acto de fe.

R-Puedes llamarlo como quieras. Cuando tienes hambre o sed solo el acto de comer o de beber agua te va a saciar esas necesidades, no el pensar ni el hablar sobre ellas. La práctica es el mejor criterio de lo verdadero. Lo único que te puedo aconsejar es que en este camino de la liberación mental tienes que ser muy fuerte y no tener miedo de nada ni de nadie, pues todo es ilusión. ¿Cómo puede la ilusión hacer que tengas miedo?

El mundo es ilusión, ¿por qué inquietarse por él? Si esta determinación penetra en ti, nadie puede detenerte. Si no penetra, eso significa que seguirás siendo un esclavo de la mente, de la ilusión. Seguirás en el trono universal con harapos.

Casi todos los libros de autoayuda y las corrientes psicoterapéuticas tratan de purificar a la mente. Pero: ¿cómo puede ser purificada la mente? Ella misma es un concepto, y ¿cómo puede ser verdadero un concepto? Lo que no es real es siempre impuro. Todo está sobreimpuesto sobre tu verdadera naturaleza, pero tú, la realidad, no eres alterado nunca. Tú eres muy claro, muy puro. Así pues, la mente toma todo como verdadero y eso es la impureza. Pero cuando comprendes que todo es falso, la mente misma desaparece.

Alcanzar la realidad no requiere nada debido a que la realidad está siempre aquí. Simplemente, líbrate de la ilusión del “hacer” que está impresa en tu mente. La mente no acepta esto, porque no quiere morir. A la mente, por naturaleza, le agrada pensar, y cree que ella es el “hacedor”. Todo lo que le agrada y lo que no le agrada, todos sus hábitos desaparecen cuando comprendes la ilusión, la maya.

¡No importa lo que pase, que el mundo se vaya al cielo o al infierno, no importa!”. ¡Se así de determinado! No tengas miedo de dejar la ilusión. ¿Por qué temes a eso que es ilusorio?
Actualmente la gente: come en temor, trabaja en temor, vive en temor. ¿Podrá desaparecer algún día el temor de nuestras vidas? Sí, el día en que comprendamos que todo lo creado por la mente no es verdadero. Esa es la verdadera libertad.

Esta es la vía rápida que puedes utilizar para disciplinar a la mente. Conócete a ti mismo como ese poder, no como un cuerpo o una mente. Di: “yo no soy verdadero, es falso que yo soy”. Ten el coraje de decir esto.

Shakespeare dijo: “Los cobardes mueren muchas veces, los valientes solo una vez”. No te aflijas por los que se suicidan. Tú te estás suicidando lentamente, día a día cuando aceptas el sufrimiento como algo natural y normal, cuando no disfrutas de la vida a plenitud, cuando los temores y los deseos te invaden constantemente y no puedes estar en el presente, gozándolo todo y gozándote, cuando te doblegas a las exigencias de la sociedad a costa de sentirte vivo. Pero: ¿qué se puede hacer? Al final todo es un problema de elección. Y tú, solo tú, eres el que eliges. Solo tú puedes saciar esa Sed de Vida.

Meditación es la vía -no la técnica- en la que puedes encontrar tu propia naturaleza, tu naturaleza de Buda en su pureza, en su virginidad, no tocado por nadie. Es la vía para saciar esa sed de vida pues es simplemente relajarte en tu mundo interior, solo ― sin ninguna guía sin ninguna escritura ― y volviéndote tan silencioso que ninguna ondulación de pensamiento permanezca. Esta es la única manera de cancelar toda la esclavitud de las programaciones mentales y ser plena y completamente libre. Que la pases bien y que la paz sea contigo.

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